domingo, 20 de junio de 2010

Ser indecente no ha sido fácil.





Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
JL Borges

Por: Silvio Sirias Duarte. Managua.
Ser indecente no ha sido fácil, escuchó el oído de Celedonio. Lo decían en la radio y él creía lo que repetía la radio. Se levantó del taburete y anotó la frase en una libreta para que no se le olvidara. Luego puso su cabeza en la almohada y empezó a recordar. Recorrió parte de su vida de niño. En su imaginación recorría los corredores y las aceras de su pueblo antiguo y lleno de historias. Su mente subía y bajaba gradas. Celedonio se fue como en un túnel que emanaba imágenes en blanco y negro, imágenes de su niñez. Volaba y su cuerpo chocaba en las paredes de aquel conducto de recuerdos.

El quería ver las imágenes a colores, pero se le hacía imposible. De pronto vio su robusto cuerpo de apenas seis años siendo devorado por unas manos callosas que le provocaban asco. Celedonio creció con una cara repugnante. Creció en silencio. Le temblaba el cuerpo cuando recordaba aquellas manos callosas Le tenía miedo a la oscuridad y quería estar solo. Le caía mal todo mundo. A cada persona le encontraba un defecto. Renegaba en silencio haber nacido. Les hacía maldades a sus hermanos. No estaba conforme con las doscientas cincuentas libras que cargaba diario debajo de su cabeza. Le parecían ridículos los triunfos de las demás personas. Era más amargo que la cáscara de una naranja agria.

Celedonio creció con su cuerpo contaminado de energías negativas. Su mente no avanzaba y su organismo se embutía en una lata de sardina. Se presentaba ante los demás con un aspecto áspero, pero era débil. Sentía que era arrogante pero no lograba ser capaz de reconocerlo. Intentaba cambiar, pero se creía muy indecente para el cambio.

Su madre nunca comprendió por qué renegaba tanto. Ella trató de acercarse a él, pero no aceptaba consejos. Se sentía de otro planeta, de mala reputación. Las señoronas de su natal San Lorenzo, murmuraban que Celedonio necesitaba la ayuda del cura del pueblo. Ni el cura, ni el doctor, pudo salvar a Celedonio de su tristeza. Su madre lo protegió hasta el final de sus días.

Ser indecente no ha sido fácil, lee la lápida blanca que lo identifica en la ciudad del silencio. Se fue de este mundo sin darse la oportunidad de construir su identidad. Dejó ir muchos placeres. Su aura nunca brillo y su cuerpo no le encontró el sabor al agua del mar. Nunca se detuvo a observar el sol. No saboreo la solidaridad. No compartió la mesa con otras personas. Se le olvidó el cantar de los pájaros y dejó de ver caer la lluvia. Se derribó en e l túnel de la muerte y se le olvidó que existía uno verde.

Celedonio se fue de este mundo y nuca dejó de sentir aquellas manos callosas que un día lo abusaron.

sábado, 19 de junio de 2010

“Convirtiendo la oscurana en claridad”








"Empecé a vivir mi identidad de género ahora me siento como la “divina garza”, feliz de la vida. Me siento realizada. Ahora expreso públicamente lo que siempre quería expresar y lo reprimía".

Por: Silvio Sirias Duarte, Managua.

Veintiocho años de los treinta que tiene, los vistió de camisa, pantalón, calzoncillos, calcetín y zapatillas, para poder acceder al sistema laboral. Hoy es otra. Tiró al basurero la identidad que según ella, nunca más regresará a su cuerpo, “Cuando dejé de utilizar la identidad gay y opté por ser femenina, dije: no vuelvo atrás y me mantengo firme en mi decisión”.
Su oficina está ubicada en la casa Giordano Bruno: filósofo italiano condenado por la inquisición romana a la cárcel y finalmente condenado a una muerte cruel. Giordano Bruno es considerado el símbolo del pensamiento libre.

Roxanne Athiany Larios Zuniga es una mujer transgénero. Antes de asumirse trabajó como técnico medio en contabilidad y nunca negó que le gustaban los hombres. Se levanta temprano y a diario “da gracias a Dios porque abrió los ojos”. Organiza la casa junto a los compañeros que viven con ella. Después sale a sus gestiones laborales de incidencia política o de activismo. Llega a la oficina, participa en una reunión, una actividad, un taller. Este año ha sido agitado para ella. Le han salido casos de acompañamientos jurídicos de muchachas transgénero que han sido maltratadas en su casa y las han golpeado brutalmente. “Problemas de vecindad pero siempre llevan el prejuicio de la transfobia o la homofobia. No las dejan entrar a las discotecas, a los bares porque alegan que les van a cerrar el lugar”.

Athiany es promotora de derechos humanos acreditada por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH, y es la coordinadora de la Asociación de Trans de Nicaragua (ANIT) uno de los cinco grupos que trabajan con muchachas trans, en la promoción y defensa de los derechos humanos.
¿Cómo es tu día a día?
Día con día, mi vida la tomo como un aprendizaje. En mi organización cada paso que doy es un aprendizaje. Hay que saber cómo manejar los ambientes.
En la calle lo que vas encontrar es violencia, golpe y maltrato. La ley del más fuerte, entonces te tenés que ponerte una coraza, si no te lleva el tren. Tenés que ver cómo manejar los ambientes y analizar las perspectivas de comportamiento de las personas.
¿Qué es ser mujer transgénero?
Es una transición de un estado a otro, de una identidad a otra como es el caso de nosotras. Transgénero es con lo que nos identificamos. Somos biológicamente masculinos, pero nos identificamos con el género femenino. Somos unas chicas transgénero porque presentamos la feminidad a toda expresión, ya sea que algunas se comportan con características de una miss universo, y otras como mujeres normales, trabajadoras.
¿Qué casos has llevado jurídicamente que sentís se han cumplido en la labor que realizás?
Varios casos que he acompañado me he sentido contenta y desconsolada porque el sistema a la hora de la práctica no es igual, no es ágil. El caso de una compañera que la abofeteo su vecina y la amenazaba que le iba a echar a su yerno, llegaron a un termino de mediación.
Una compañera que fue detenida en la ejecución del trabajo sexual, cuando la están montando (a la patrulla), porque yo monitoreé por teléfono ese arresto, el policía le preguntó qué andaba haciendo vestida de mujer en la noche si era hombre, cuando a la policía lo que le interesa es arrestarla bajo un presunto delito, no que ande vestida de mujer. Pasó el proceso y no se le probó lo que se le imputaba porque no había pruebas.
¿De dónde te nace la vocación de servicio?
Será algo que a veces cada persona tiene. Tienen vocación de ser maestro, educadora, enseñarle a los demás cómo vivir la vida. Mi objetivo es mostrarle a la gente que la vida es variable, va evolucionando, estamos constantemente inventándonos. A mí me gusta compartir. Me gusta ceder y decir ustedes tienen vos y voto, conciencia propia, autonomía. Yo les digo (a mis compañeras) no esperen que alguien vaya a hablar por ustedes. Hay que darle autonomía propia a las personas, pero también que se conozcan a sí mismo.
¿Qué das vos para ser creíble ante la gente?
Mis prácticas, en mis prácticas soy concisa. Cuando defiendo mis derechos lo hago dialogando, no al golpe. Lo práctico en mi vida cotidiana. Hablo con la persona, empiezo a sensibilizarla.
Al que se me sienta a la par y me mete plática y me hace una pregunta de qué por qué soy así, les digo que es parte de la sexualidad, que es un misterio y no se va a resolver nunca. Me encanta explicar. En mi casa si hay un conflicto con las personas que habitamos el cuarto, les digo sentémonos y dialoguemos.
Visualicemos el problema y en vez de hacerlo más grande, busquémonos una solución. Sentémonos y trabajemos en conjunto con un objetivo específico para llegar a una meta.
¿Qué esperás de vos?
Servir de ejemplo a muchas compañeras. Yo quisiera estar en todo momento para decirle a las compañeras vamos a poner esa denuncia, hagamos presenten y dejemos escrito que te están discriminando por tal razón.
¿Creés vos que con el trabajo que has realizado, otras personas han seguido tu ejemplo. Se te han sumado otras personas?
M e he quedado un poco corta. Yo quisiera que las compañeras perdieran el miedo de levantarse, más ahora que las leyes están anuentes en defensa de la cero discriminación y la no violencia a la identidad o diversidad sexual.
La idea que yo quiero transmitirle es que se asuman y que empiecen a hacer activismo propio. Yo les digo empezá a identificar cuáles son tus preferencias, cuál es tu identidad. Y después miramos que pasa en el camino.
¿Cuáles son tus características a la hora de actuar?
Me gusta acompañar, me gusta esperar que las compañeras trans tomen su decisión, me gusta aconsejar. Me gusta reír y llorar con la persona. Si es posible ponerme en el zapato del otro, de la otra. Me gusta buscar a las compañeras y pregustarles qué es lo que les pasa, qué es lo que necesitan. Cómo les puedo ayudar en lo que yo pueda, empezando por mis conocimientos.
No espero que llueva el maná del cielo, el líder debe de andar buscando. Yo veo a un líder que lo que va a prometer lo tiene que cumplir. Tenés que cumplirlo. Por eso debès de ser congruente con lo que vas a prometer, para que sepás si lo vas a cumplir. Yo les digo a las compañeras: velen por ustedes mismas, hablen por ustedes mismas. Yo les digo tomen valor vayan defiéndanse ustedes mismas. Busquen apoyo y vean los lugares donde les van a brindar ese apoyo.
¿Qué valores ponès en práctica en tu trabajo?
Me gusta la unidad es una de las cosas que predico. Me gusta el compañerismo, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia.
Me gusta pedir ayuda, porque es algo admirable. Nunca es malo pedir ayuda te permite construir, buscar alianzas. Ser solidario.
¿Te consideras lideresa?
Me da miedo, porque tengo que manejarme moralmente perfecta. Ser líder trae una enorme, pero enorme responsabilidad. Me da miedo porque tengo que manejar un dialogo congruente con mis comportamientos y actitudes. Tengo que saber cómo trabajar con las compañeras que manejan un sistema de refugio alcohólico, violento, y que no me vean a mí como que yo quiero ser la magnífica, la más grande.
¿Qué importancia tienen para vos tus subordinados?
A mis subordinados no los veo como subordinados, los veo como igual, me pongo a la par de ellos. Los veo como que todos tienen una voz, un voto y les doy la oportunidad que hablen. En el caso de nosotras que somos cinco en la oficina en el área de comunicación les digo, comuniquemos, informemos Les recuerdo: compañeras vamos no esperemos que nos vengan a chinear. Las animo con una voz bastante fuerte y les digo nos estamos durmiendo, salgamos a hacer cosas.
El líder se tiene que mezclar con las personas en su propio terreno. Si a mí me toca irme a meter a un chinamo a buscar a las chicas trans, no les voy a dar una capacitación en la noche, empezando porque lo que ahí se maneja es el alcohol, el alboroto. Lo que yo hago es hacer el primer contacto y les digo que a dónde las puedo localizar. Si me toca llegar el siguiente día y me toca quitarles la goma, voy y les quito la goma, pero aprovecho para echarle arenita al buche. ¿Qué sucedió que te motivaste a trabajar por las mujeres trans de Nicaragua?
Las chicas trans se vivían quejando que los chico gay se aprovechan de nosotras porque somos visibles. Eso me hizo pensar que si ellos consiguieron algo y nosotros fuimos un punto de lanza, entonces me motivé a que buscáramos un buen liderazgo, con una buena postura y una buena propuesta. Entonces dije: yo no veo que ninguna de las compañeras está haciendo nada. Muchas se están yendo afuera llevando un discurso no muy congruente con lo que está pasando con nosotros en el país. Pensé que faltaban las cuestiones legales. Las cosas no las vas a movilizar si no presentás algo escrito, sólido y legal. Y empecé a leer la Constitución Política de Nicaragua y en la Constitución no dice nada que diga no a la diversidad sexual. Lo que dice es que somos ciudadanos nicaragüenses. Y me pregunté: porque no nos agarramos de la Constitución y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Con estas herramientas le movés el petate a cualquiera. Ahí están los libros hay que utilizarlos para defender nuestro derechos. Hay que afianzarse de las leyes y considerarse un ser humano y ciudadano del país que estás.
¿Cómo te ves?
Me veo hecha una abogada, esa es una de mis metas. Llegar a defender directamente a las trans, y si puedo defender a nivel social a todo el mundo, me encantaría.